Nosotros estamos programados para tener una vida, concreta en cada encarnación. Todo lo que necesitamos saber, aprender, qué karmas o traumas vamos a trabajar. Esa programación se fundamenta a base de códigos. Desde el más simple como el código binario al más complicado esta dentro de nuestros códigos del alma. Para influir en dichos códigos necesitamos unos nuevos, externos que podemos anclar o integrar en nosotros. Esos códigos externos, como nosotros mismos, son energía.
Nos componemos de energía. La energía nos crea, nos modela y fluye por nosotros. Todo lo que nos rodea, es y existe es energía. El agua, la tierra, el aire, el fuego, la materia y lo efímero. Todo es energía. Dependiendo de cómo se unan los átomos entre sí se formará una serie de objetos, personas o animales.
Cuando la energía llega a nosotros, ya sea por el sol que nos alumbra, o canalizada en forma de ángeles, maestros ascendidos (porque todos ellos son energía como nosotros) podemos recibirlas de muchas maneras. Podemos recibir la energía en forma de palabras, emociones, olores, oír , ver, escuchar. Podemos sentir dentro de nosotros todo el mensaje que nos transmitan y eso es energía. Pero también otra forma de energía son los códigos, los sellos, llamados así por la forma que tienen cuando se dibujan. Son expresiones energéticas que en su conjunto emiten una energía y una vibración determinada. Dependiendo de la fuente de la que provengan los códigos (ángeles, maestros, hadas, etc) y del canalizador que los reciba, los códigos y sellos tendrán una forma u otra, un color u otro. Cada uno tiene en su interior una información muy concreta, ya sea por el conocimiento adquirido en esta vida o la que traemos en nuestros códigos del alma o en nuestra memoria celular. Cuando la energía pasa por nosotros, utiliza toda esa información para desarrollar el mensaje. Pudiéndolo transmitir en forma de música, dibujo, mensaje escrito, sellos o códigos de luz. Y con el conjunto de todo nuestro conocimiento seremos más propensos a unas formas geométricas para dibujar los códigos. Las formas geométricas, la geometría sagrada es la expresión y lenguaje de la energía de Dios, la fuente divina. Todo es geometría, es como el lenguaje primigenio de Dios y nosotros lo recibimos en forma de dibujo. Habrá tantos códigos como personas que los canalicen transmitiendo la misma información, energía y vibración. Cada uno recibe lo que necesita de ese código, aunque cada código tiene múltiples funciones que se anclarán en nosotros dependiendo del estado mental, físico, emocional y evolutivo que tengamos cuando lo integremos. Eso quiere decir que cada vez que los anclemos en nosotros puede ayudarnos, el mismo código de formas diferentes. Pueden tener características y cualidades concretas y únicas: eliminar lo que ya no nos resulte útil, herramientas evolutivas, constelaciones familiares, arraigo a la tierra y un largo etcéteras. Dependiendo de qué fuente recibamos los códigos pueden ser: códigos angélicos, códigos maestros, códigos estelares, códigos de las hadas, etcétera. Si pudiéramos ver nuestra esencia, nuestra alma en sí como energía en su forma más pura, también veríamos un código. Ya que todas nuestras cualidades, virtudes y maestrías agrupadas crean una forma geométrica concreta y eso es un código de luz que nos define como ser en esta encarnación. Nuestro ser superior es la unión de todas las almas, de todos los códigos, que han vivido en la tierra o en otros universos.
En este año 2025 necesitamos diferentes tipos de códigos, ya que estamos viviendo la nueva era, el despertar de los seres durmientes y el afianzamiento de los seres conscientes. Yo he canalizado múltiples de ellos que transmito en forma de taller, échales un vistazo, pídeme información si la necesitas y compártela con quien tu estimes puede necesitarlos o estar interesado.