
Virginia Vassallo
Nací en Las Palmas de Gran Canaria el 29 de agosto de 1973. Era, y soy, una persona inquieta, curiosa, con muchas ganas de vivir aventuras y de descubrir lo que está oculto a la vista. Me sabía distinta al resto y siempre hacia, pensaba y sentía cosas diferentes a los demás. Eso me ha llevado a ser quien soy y a hacer lo que hago. La curiosidad insaciable es mi gran compañera de viaje. Ella me ha enseñado a encontrar la verdad divina gracias a Dios y a los ángeles. Me llevó, en mis inicios en la espiritualidad, ha hacer espiritismo con ocho años. Ese hecho abrió una puerta que aún no se ha cerrado, pero a través de ella, ahora, sólo entran ángeles y seres de luz de alta vibración. Esos primero años de vida espiritual me ayudaron a desarrollar mi intuición y a seguir buscando que más salía por aquella “puerta”, porque lo primero que encontré no podía ser todo lo que había (me repetía en cada sesión de espiritismo). Trabajé de muchas cosas: cocinera, camarera, asistente domiciliario, fotógrafa, cuidadora de ancianos y en 2004 abrí mi propia cafetería: Lásmara Café. La primera «á» de Lásmara llevaba un ala de ángel, ese fue el preludio de una gran historia de amor con estos seres increíbles. En el 2009 mi destino decidió por mí y me eliminó todo lo que no resultaba útil para mi misión de vida. Perdí mi casa, mi pareja, mis amistades y mi negocio. Recogí todas mis cosas, las metí en un trastero. Éste se llenó de ratas que se comieron absolutamente todo lo que tenía en mi vida desde que nací hasta el 2009. Me había quedando claro que estaba haciendo borrón y cuenta nueva. Pero en ese momento me sumí en una profunda depresión. Sin saber por qué una voz interior me gritaba que sólo sería feliz si me iba a México, más tarde descubriría por qué.
Siempre he estado inmensamente agradecida por encontrar el camino de vuelta a mi esencia. Gracias a mi maravillosa madre descubrí nuevas facetas de la espiritualidad, energías de luz que habían venido a ayudarme. A travesé aquella puerta buscando esos inmensos seres de luz, y los encentré en México. En 2011 hice un curso de canalización y sanación angélica con Charles Virtue en Monterrey. Fueron los mejores 3 días de mi vida, los ángeles llegaron a mí y ahora camino entre ellos. En 2012 abrí KeKhut, un centro holístico, una nueva forma de vida. En él daba sesiones de terapia angélica y enseñaba a canalizar y a sanar con los ángeles con mi curso: De vuelta a la esencia. Empecé a hacer meditaciones guiadas, que se convirtieron en meditaciones sanadoras y alquimias. Toda esta evolución interior y exterior me ayudó a seguir desarrollando mi labor de encontrar y transmitir la verdad divina. Mi trabajo constante con los ángeles y mi curiosidad innata, me ayudaron a ampliar mi curso De vuelta a la esencia de un nivel a tres niveles y a canalizar códigos de luz, códigos angélicos, sellos angélicos, códigos de la nueva era y los códigos de los cuatro elementos. Empecé haciendo espiritismo, después hice el Reiki unitario del color y del sonido, arquetipos, el taller de Semillas de luz y finalmente me encontré con los ángeles y me di cuenta que había llegado a “casa”.
